Mariposa Infiel

Tu, sol brillante que me cega la vista, pecado tentador que consume sin pudor almas inocentes... ingenuas. Que me ves con esos ojos comprometedores, circunferencias pegajosas cuando fijas tu mirada en tu próxima víctima. Tu, que meneas tu cintura, capaz de destrozar el lecho en que reposas, donde no eres fiel a solo uno. Ese lugar al que regresas, por los múltiples orgasmos que causaron, y el corazón que aceleraron, que no deja de latir... satisfecho. Déjame decirte, que puedo ser el amante que no se deja ver, el hombre invisible que con sus manos dibuja cada contorno de tu cuerpo, ese que sabe encontrar tu punto G, nada universal. Puedo ser el que cumple de día, cuando más te haga falta; el que excite tus pezones, el que acaricie el compás de tus pechos, y el que atraviese erecto tu secreto.

Tu, que no puedes pasar desapercibida, cuando todas las miradas se incrustan en tu piel, como si te fueran a envolver, algo que puede suceder con solo pretender... darte una rosa. Eres bienvenida a mi espacio, cuando te sientas sola, despreciada, tienes mucho que ofrecer solo deja de ser, esa mariposa infiel.

*Me disculpo por todo el tiempo que los hice esperar, eh estado un poco ocupado, pero con muchas ganas de escribir. Este poema es para esa persona que llama mucho mi atención, pero no es mía... no es de nadie. Mis mejores deseos, nos encontramos pronto.

Luis Corado