miércoles, 15 de octubre de 2008

La última semana

La conocí una noche de sal en mi vida, vestía un color escarlata que lo sentía... la invite a bailar, y en el instante que volteó su mirada... al verme, descubrí que en sus ojos lograba ver su alma transparente. Le ofrecí de apoyo mi mano mientras mi vista degustaba de su lindo rostro... fina, con los labios carnosos, con la mirada coqueta, creo que me enamoré. Caminamos a paso lento hacia la pista, como anticipando un paso de tango que no me sabía, lo intente una vez y tropecé, lo intente otra vez y lo logré, llegamos al centro del asunto, mientras sonaba la salsa que me encanta. Le mostré un par de pasos que sabía, creyendo que era lo mejor de lo que hacía... le pregunté: ¿Cómo la estás pasando?... me contestó: Te lo diré al rato.

Confundido me pregunté a mi mismo, que era lo que estaba pasando, me llevó a dejar su abrigo y yo estaba delirando. Regresamos a este centro tan ingrato, sin saber yo que estos eran los últimos pasos de este pequeño incompetente en el adoquín. De pronto sentí como se movía, logrando con unos cuantos pasos que mi corazón gozara de alegría. Pasos dobles, triples... era toda una orgía de baile, sin pensar que cada vez que me confundía me animaba con un beso en la barbilla... y terminó esa noche.
Pasó la primer semana y me invitó a otra fiesta... paso la segunda y me invitó a su cama, paso la última y me levanté solo en la mañana.
*Hoy no publico un poema... hoy pensé en regalarles una historia. Gracias por el tiempo que gastan en visitarme, un abrazo fuerte para todos. Mis mejores deseos, nos encontramos pronto.
Luis Corado

4 comentarios:

lichazul dijo...

que imagen más certera
"la conocí una noche de sal en mi vida"
que quedó atrás sin duda, esa sal que escocía a la emoción y no la dejaba bailar.

esa sal era soledad y tedio
y ella representa lo contrario
y lo espontáneo
pasado y presente muy bien relatados:-)

un gusto leerte
que tengas un día con mucho sol:-)

RAMPY dijo...

Una historia muy bien trenzada, gracias por compartirla
Un abrazo enorme y que pases un buen día
Saludos
Rampy

Raúl dijo...

A veces las musas nos abandonan, sin saber el motivo. Y durante varios días no sabemos qué hacer, que escribir, ya que ella no está aquí. Sin embargo una mañana nos despertamos y allí está, a nuestro lado. Y entonces todo cobra sentido....

Me alegra que volviera para poder disfrutar de tus escritos. Son realmente buenos, llenos de mucho sentimiento.
Tambien me alegra que te gustaran los míos, aunque no creo que sean muy buenos, pero bueno....muchas gracias por pasarte por mi rincón.

cuando quieras estás invitado, aunque no escribo muy regularmente.

Saludos y pasa buen día.

Ornelia Cabrera dijo...

Sólo un saludo para decirte que me llevé una grata sorpresa al descubrir tu blog.